La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realizó un minucioso estudio de este famoso embutido de origen español para revelar cuales si cumplen con la norma y cuales son una patraña.
La Profeco analizó 49 productos, de los cuales 13 piezas corresponden a la categoría de madurados de cerdo, 32 a chorizos frescos y 4 chorizos sin ingredientes cárnicos y con soya.
Los parámetros que verificaron fueron grasa, contenido energético, proteína, carbohidratos, sodio y ingredientes empleados y que el contenido neto correspondiera a lo declarado.
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Esta marcas No cumplieron
De acuerdo con el estudio, las marcas del tipo madurado de cerdo que no cumplieron fueron los siguientes:
- Conde de Luna, en su versión chorizo semi maduro, no es veraz con el gramaje declarado, contiene 92 mg mas de sal de lo etiquetado
- Conde de Luna, chorizo argentino contiene 236.47 mg mas de sal de lo etiquetado
- Obertal, del tipo chorizo ranchero contiene 130mg de sodio más que lo etiquetado
- Parma, chirizo sarta, contiene 588 mg más de sodio que lo etiquetado.
- Peñaranda, Choriza Salamanca, tiene 71 g menos de su producto en su contenido neto
- Extra especial, chorizo de cerdo tipo argentino, tiene 33.58 g menos de su producto en su contenido neto.
- FUD, chorizo de cerdo tiene 12.63 g menos de su producto en su contenido neto.
- Lala Plenia, chorizo de cerdo tiene 15 g menos de su producto en su contenido neto.
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En cuanto a otras marcas que se dicen de cerdo, se encontró soya presente en la siguiente marcas
- Capistrano Selección
- Chimex
- Kir
- Lala Maestros parrilleros
- Zaw
- FUD
- Parma Sabori
- Chata Bicentenario
- Chata Ranchero
- Chata Rico
En total, 6 marcas contiene más sodio de lo reportado en su etiqueta, 2 de la marca Chata contienen más grasa de la que declaran, 10 de denominan Chorizos de cerdos peros contienen Soya, 7 tiene menos contenido neto del que declaran y 2 de la marca FUD y Chata no indican el porcentaje de carne de Pavo en sus ingredientes.
En este sentido, la Profeco recomendó a los consumidores, revisar la etiqueta, leer la lista de ingredientes, o consumir productos en mercados y carnicerías.